Solo uno de cada cinco trabajadores en América Latina puede laborar desde casa, lo que acentúa las preocupaciones sobre la situación económica durante la pandemia de COVID-19, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Los resultados de un estudio realizado por investigadores estadounidenses para 13 países de América Latina y el Caribe revelan que la proporción promedio de trabajos teletrabajables es del 20%, y que varía entre el 14% de Honduras y el 27% de Uruguay. En Estados Unidos, en comparación, la cifra llega hasta el 41%.
“Los trabajadores en las regiones en desarrollo pueden tener más dificultades para continuar trabajando durante la pandemia, lo que aumenta su vulnerabilidad económica”, asegura Luis Felipe Lopez Calva, director del Programa en la región.
Lopez advierte también sobre un posible empeoramiento de la desigualdad ya acentuada en la región debido a la diferencia sistemática de ingresos entre los que pueden trabajar desde casa y los que no.
Y es que los trabajadores de bajos ingresos no sólo tienen menos probabilidades de trabajar desde casa, sino que también tienen más probabilidades de trabajar en labores que requieren un contacto cercano con otros.
“Si bien a corto plazo debemos trabajar para proporcionar ayuda de emergencia, también debemos mirar hacia el futuro e invertir en la construcción de economías más resilientes e inclusivas”, explica el experto.