🔸 El mandatario ruso aplica un protocolo secreto para impedir que gobiernos extranjeros analicen su materia fecal y conozcan su verdadero estado de salud, en medio de rumores sobre enfermedades
#INTERNACIONAL | Durante su más reciente visita a Estados Unidos, el presidente ruso Vladimir Putin fue acompañado por un equipo especial de seguridad que cargaba una maleta con su materia fecal, un protocolo inusual pero cuidadosamente implementado para evitar que quedara cualquier rastro biológico en territorio extranjero.
De acuerdo con medios internacionales como Paris Match y The Daily Star, la medida forma parte de un protocolo del Servicio Federal de Protección de Rusia (FSO), encargado de custodiar al mandatario. El objetivo es impedir que servicios de inteligencia o especialistas en salud de otros países puedan acceder a sus desechos y obtener información sobre su estado de salud, un tema que el Kremlin mantiene bajo absoluto hermetismo.
Este método no es nuevo. Reportes previos señalan que Putin ha aplicado el mismo procedimiento en viajes oficiales a países como Francia y Arabia Saudita, donde sus guardaespaldas se encargaron de recoger y trasladar de regreso a Rusia las heces del presidente.
La discreción responde a un motivo clave: la materia fecal puede revelar un amplio abanico de condiciones médicas, desde enfermedades digestivas, infecciones o tumores, hasta rastros de cáncer o problemas neurológicos. Para especialistas médicos, se trata de un recurso diagnóstico de gran precisión y de uso común en medicina preventiva.
Aunque el Kremlin ha negado en repetidas ocasiones que Putin, de 72 años, padezca alguna enfermedad, los rumores sobre su salud han sido persistentes. Diversas versiones lo vinculan con supuestos diagnósticos de Parkinson, cáncer o trastornos digestivos, aunque sin confirmación oficial.
La extrema reserva del gobierno ruso frente al tema no ha hecho más que alimentar las especulaciones, sobre todo en el actual contexto de guerra y tensiones diplomáticas, donde la imagen de fortaleza del presidente resulta estratégica para el Kremlin.