El gobernador Carlos Joaquín González explicó que, aun cuando no está totalmente definida la logística para la inmunización en la etapa destinada a la población civil, se ha venido trabajando con el Consejo Nacional de Salud para analizar la aplicación de los consejos estatales de vacunación.
De acuerdo con el programa establecido por el Gobierno federal, en la primera etapa pudiera tenerse un retraso, pues los laboratorios Pfizer cerrarán tres semanas para ampliar la capacidad de producción.
Según la estrategia, de febrero a abril se vacunaría al personal de salud restante y a personas de 60 y más años; de abril a mayo, a ciudadanos de 50 a 59 años de edad; de mayo a junio, de 40 a 49 años, y de junio de 2021 a marzo de 2022, al resto de la población.
El mandatario expresó que los consejos estatales de vacunación funcionan en México desde los años 80 y son parte del Consejo Nacional de Salud.
Participan en ellos la federación, los gobiernos estatales, los municipios, las fuerzas armadas, los hospitales y los centros de salud.
“Tienen la infraestructura, el conocimiento, la experiencia y el personal (…) Todos los que hemos sido vacunados ha sido mediante los programas que en México se han implementado a través de la historia, por lo que se hace complicado pensar en crear una nueva infraestructura”, explicó.
Carlos Joaquín dijo que el registro para la vacunación pudiera hacerse por medio de una aplicación tecnológica, en la que se llenará un cuestionario, se registrarán los datos personales, se agendará una cita y el sistema generará una ficha para que la persona acuda al sitio donde se hará la inyección.
Comentó que, en el caso de las comunidades rurales e indígenas, habrá brigadas especiales que irán a los poblados a aplicar las dosis.
Esa es, hasta el momento, la logística con la que se llevará a cabo la vacunación a la población civil.
El gobernador insistió en que una de las solicitudes que han hecho para esta estrategia es que haya un mayor número de médicos, enfermeros, más gente de salud que pueda atender las aplicaciones, preparar las dosis, darle continuidad al proceso con capacidad y experiencia.
Carlos Joaquín afirmó que la epidemia ha sido muy fuerte, muy dura, y la vacuna se convierte en una esperanza para volver a la normalidad o cerca de la normalidad que se tenía antes.
Insistió en que lograr el equilibrio entre el cuidado de la salud y la reanudación de actividades permitirá avanzar en la recuperación y el crecimiento de la economía para beneficio de las familias quintanarroenses.
También señaló que, hoy por hoy, la mejor vacuna es la aplicación estricta de los hábitos de higiene, las medidas preventivas, los protocolos sanitarios, y el respeto a la recuperación gradual, ordenada y responsable de las actividades.